La relevancia de los fonoaudiólogos en un mundo con contaminación auditiva

La contaminación auditiva se ha constituido en las últimas décadas como un problema de salud pública. La dinámica del mundo moderno, sobre todo en las ciudades principales donde el exceso de vehículos, establecimientos comerciales, construcciones, fábricas, uso de dispositivos y personas en las calles, aumenta en forma desbordada; ha ocasionado que, de igual manera, los niveles de contaminación auditiva crezcan a escalas cada vez más preocupantes.

Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, se comprende que hay contaminación auditiva cuando el sonido supera los 65 decibeles. Para poner un ejemplo, cuando alguien habla en voz alta ya está sobre la línea de los 65 decibeles, otros ruidos más intensos como el tráfico vehicular o la maquinaria pesada usada en construcciones viales alcanza a sobrepasa la línea de los 75 decibeles, mientras que otros escenarios como conciertos o grandes fiestas están por encima de 120.

Un informe del mismo Programa de las Naciones Unidas reveló que Bogotá supera los niveles de contaminación auditiva, con un panorama de ruido que se ubica entre los 71 y 84 decibeles diarios, lo que, sin lugar a dudas, representa una amenaza a la salud auditiva de los ciudadanos y un gran reto para la salud púbica.

Población con problemas auditivos

Las cifras reportadas por el Ministerio de Salud de Colombia dan cuenta que en el país cerca del 11% de la población sufre de algún tipo de complicación auditiva, es decir, más de 5 millones de colombianos.

Y esas cifras se agravan cuando se trata de la población infantil, pues según el Boletín del Observatorio Social de la Población Sorda en Colombia, publicado por el Instituto Nacional para Sordos de Colombia, un 2% de los niños y niñas menores de cinco años presentan algún tipo de discapacidad auditiva.

En esa misma línea, un informe del MinSalud revela que en el país “la prevalencia estimada de la discapacidad auditiva es de 1.3%; la tasa de prevalencia fue de 12.7 por cada 1.000 habitantes, el 81.6% de las personas con discapacidad auditiva presenta pérdida auditiva parcial, el 18.4% presenta pérdida total y se presentan 3 casos de hipoacusia congénita (capacidad nula para oír en uno o ambos oídos) por cada 1000 recién nacidos vivos”.

Especialistas en el cuidado y tratamiento de la audición

Ante este panorama, hay una creciente necesidad en el mundo para que el cuidado de la salud auditiva se priorice en conjunto con otras amenazas a la salud pública. En ese sentido, los profesionales fonoaudiólogos están llamados a liderar los programas de prevención y tratamiento de las enfermedades auditivas con el fin de recudir su incidencia al máximo, a partir de la comprensión de que los problemas de audición, sobre todo en edades tempranas, conllevan a otro tipo de problemas como el bajo rendimiento escolar, pérdida de la autoestima, dificultades de sociabilización y adaptación, entre otros.

En Colombia, la institución educativa que ofrece el programa de Fonoaudiología con mayor liderazgo, trayectoria y reconocimiento es la Corporación Universitaria Iberoamericana.

Este programa es reconocido en el país por dos grandes iniciativas de divulgación y apropiación de la ciencia en el campo disciplinar: la Revista Especializada ARETÉ, publicada desde el año 2001, actualmente en formato digital y cuyos contenidos son de acceso abierto; y el Encuentro Nacional e Internacional de Investigación de Fonoaudiología, con una trayectoria de 16 años ininterrumpidos, que desde el 2016 hace entrega del Premio Luis Hernando Ramírez Collazos a la Investigación.

IBERO a través de los años ha logrado consolidarse como un referente en el campo de la salud auditiva, además de la formación de profesionales altamente capacitados para asumir los retos que la sociedad propone en su afanada evolución; así que, si quieres es tu turno de ser profesional en el campo de la Fonoaudiología.