Estimulación temprana: estrategias para potenciar el aprendizaje en niños

Durante este periodo, el cerebro presenta una mayor plasticidad, es decir que logra establecer conexiones neuronales con mayor rapidez, facilidad y eficacia. Por eso, la implementación de terapias de estimulación temprana es esencial, puesto que apoyan el desarrollo óptimo de los niños y perfeccionan el funcionamiento de los sentidos, permitiéndoles reconocer y diferenciar estímulos auditivos y visuales.

Desde luego, la relación entre estimulación temprana y aprendizaje es estrecha, ya que el uso constante y periódico de estímulos de buena calidad puede garantizar la adquisición de funciones cerebrales a un ritmo sano y adecuado.

Y es, precisamente, de cómo la estimulación temprana influye y potencia el aprendizaje de los niños de lo que hablaremos en este artículo, así que, si estás interesado en este tema, te invitamos a continuar con la lectura.

Objetivos y beneficios de la estimulación tempran

La estimulación temprana impacta una serie de áreas específicas del desarrollo de los niños y, en esa medida, tiene unos objetivos y beneficios claros en cada una de ellas, los cuales se logran a través de ejercicios y terapias enfocadas. A continuación, enlistamos los objetivos y beneficios de la estimulación temprana:

• Área cognitiva: en esta área la estimulación temprana se focaliza en el desarrollo de habilidades como la percepción, el razonamiento, la atención y la memorización. Los juegos educativos y estímulos como la exploración y la narración de cuentos fomentan la curiosidad, el pensamiento creativo y la resolución de problemas.
• Área del lenguaje: las interacciones verbales y la estimulación auditiva hacen parte de las técnicas implementadas en esta área, donde la estimulación temprana tiene como objetivo promover el desarrollo del lenguaje y habilidades de comunicación. La lectura de historias y las conversaciones habituales hacen parte de las acciones que fomentan y benefician la comprensión del lenguaje y la lectura.
• Área motora: comprende la motricidad fina y gruesa. El objetivo en esta área es que los bebés y los niños ganen control sobre sus músculos y así puedan coordinar sus movimientos. Entre los beneficios de la estimulación temprana en el área motora podemos encontrar el conocer y mover su cuerpo, logrando aumentar la fuerza y el equilibrio para la realización de actividades como caminar, gatear o levantarse.
• Área social y emocional: en esta área la estimulación temprana tiene como objetivo principal fortalecer las habilidades de independencia de los infantes, brindando herramientas para desarrollarse en su entorno y con quienes lo rodean, así como en la realización de actividades personales, como la alimentación y el autocuidado.

Estrategias de estimulación temprana y aprendizaje

La estimulación temprana, como describimos antes, cumple un rol determinante en el proceso de desarrollo de los niños, por eso, es importante que los padres de familia y los cuidadores conozcan cómo pueden potenciar el aprendizaje a través de terapias para cada área específica.

Antes de profundizar en las estrategias de estimulación temprana y aprendizaje, es relevante tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

• Orientación profesional: aunque muchas de las terapias de estimulación temprana se pueden realizar de manera autónoma en casa, lo ideal es que antes de iniciar se consulte con un profesional en infancia y adolescencia, ya que es quien puede identificar cuáles serían los ejercicios o actividades adecuados según las necesidades de cada niño.
• Recursos lúdicos: se recomienda que las actividades y ejercicios que se implementen en las terapias de estimulación temprana utilicen en su mayoría juegos y experiencias lúdicas que permitan mantener a los niños relajados y atentos, esto permite que estén más enfocados e integren nuevos conceptos.
• Enfoque individual: es importante entender que cada niño es diferente y posee ritmos de aprendizaje y gustos particulares, por eso, se hace necesario no generalizar, sino adaptar cada ejercicio a lo que cada infante requiera.
• Entorno adecuado: elegir el ambiente más indicado es esencial para que el proceso de estimulación se lleve a cabo de manera orgánica y natural.
• Interacciones no planeadas: la cotidianidad es un espacio donde se pueden propiciar espacios de estimulación temprana no planeadas, es decir, aprovechando los juegos o conversaciones naturales que se den con los niños.
• Explorar y conocer: las terapias de estimulación temprana requieren actividades donde se conozcan nuevos lugares y se exploren diferentes elementos como, por ejemplo, una visita al parque donde los niños puedan sentir el pasto, la arena, el agua o escuchar las voces de otros infantes, así como los ladridos de un perro o el sonido de las aves.

Con estas recomendaciones en mente, a continuación, te compartimos algunas estrategias de estimulación temprana y aprendizaje, según el área de desarrollo a fortalecer.

• Actividades para la estimulación del área cognitiva: enfocadas en el desarrollo del pensamiento crítico y lógico.
   
  • Esconder objetos: la actividad consiste en ocultar un objeto, mientras el bebé observa, el paso a seguir es animarlo a que busque el elemento oculto. Este ejercicio hará que se estimulen sus capacidades de observación, memoria y razonamiento.
  • Rompecabezas: la idea es darle al bebé rompecabezas con piezas grandes y de colores, con el propósito de que intente encajar correctamente las fichas. Esta terapia de estimulación temprana fomenta la coordinación entre manos y ojos, la concentración y la consciencia del espacio.
  • Lectura de cuentos: el ejercicio tiene como finalidad, leer junto al niño historias e invitarlos a señalar o responder preguntas. Esta actividad activará su capacidad de atención, memoria y comprensión.
     

• Actividades para la estimulación del área del lenguaje: tienen como objetivo desarrollar la comunicación y la expresión.
   
  • Conversación y escucha: consiste en mantener conversaciones con el bebé o el niño, aún si no puede responder con palabras. Se deben escuchar de manera atenta sus balbuceos y sonidos, generando respuestas con gestos y expresiones faciales. De esta manera se estimula el intercambio verbal y la habilidad de comunicarse.
  • Variación del vocabulario: este ejercicio tiene como objetivo enriquecer el vocabulario del niño o bebé, ampliando las palabras que conoce. Esto se logra introduciendo palabras y conceptos nuevos según el contexto o actividad en la que te encuentres con el infante.
  • Cantar: las canciones son un recurso muy efectivo para estimular el lenguaje y la memoria de los niños. Al cantar, por ejemplo, canciones infantiles y lograr que el infante repita, se promueve el conocimiento de sonidos y estructuras del lenguajes, así como la capacidad para la atención y la memoria auditiva.
     

• Actividades para la estimulación del área motora: se centran en el desarrollo de las habilidades físicas.
   
  • Posicionamiento boca abajo: consiste en ubicar al bebé boca abajo sobre una manta, esta posición lo obligará a mover y fortalecer su cabeza, cuello, espalda y brazos, de esta manera preparará su cuerpo para la etapa del gateo.
  • Ponerse de pie: cuando el bebé haya ganado fuerza en sus piernas podrá comenzar a ponerse de pie, se le puede apoyar sosteniéndolo y brindándole apoyo con sillas o muebles. Este ejercicio aportará al desarrollo de su coordinación y equilibrio.
  • Pintar con los dedos: sobre un papel grande y usando pinturas no tóxicas, se invita al bebé a tocar, untar, explorar y pintar haciendo uso de sus dedos. Esta terapia de estimulación temprana fortalece los músculos de la manos y cultiva la creatividad.

• Actividades para la estimulación del área social y emocional: orientadas hacia el reconocimiento y manejo de emociones, así como al fomento de relaciones sociales y la interacción con el entorno.
   
  • Nuevas relaciones: organizar espacios de interacción con otros bebés y niños, en ambientes controlados y seguros, le permitirá al infante obtener habilidades sociales y potencia su capacidad comunicativa no verbal.
  • Interpretar emociones: se trata de mostrar e invitar al bebé o niño a imitar diferentes expresiones que reflejen alegría, tristeza, enojo, sorpresa, etc.; con el objetivo de que logre reconocer y comprender las emociones.
  • Juego de roles: el propósito de esta actividad es involucrar al niño en juegos donde se interpreten roles en situaciones diversas como, por ejemplo, en un juego de roles de doctores y pacientes. De esta forma, el infante podrá interiorizar y entender cómo expresar sus emociones en dichas situaciones.

Programa de estimulación temprana en casos de discapacidad

Los bebés y niños en situación de discapacidad también necesitan recibir estímulos, para ellos existe la opción de los programas de estimulación temprana, los cuales poseen actividades similares a las mencionadas antes, con el añadido que tienen especial foco de atención en potenciar las habilidades que más se dificulten o en las que se presenten situaciones de aprendizaje a un ritmo no adecuado.

Dentro de un programa de estimulación temprana para niños en situación de discapacidad, suelen priorizarse actividades lúdicas orientadas a la normalización de la discapacidad, y al fortalecimiento de las capacidades motoras e intelectuales.

La estimulación temprana es, sin duda, un proceso que debería ser tenido en cuenta por todos los padres y cuidadores de bebés y niños con o sin discapacidades, ya que aporta en el desarrollo integral de los infantes.

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